Fungen de independientes, no obstante, en el más elemental concepto de transparencia deberían abstenerse de contratar con el Estado, máxime cuando, consideran que sus integrantes son parte de una élite corrupta de la que despotrican visceralmente cuando no se les permiten participar de las grandes contrataciones en materia de telecomunicaciones. Otro es el escenario cuando son contrapartes contractuales, en cuyo caso el silencio y la complicidad son la consigna. Es el caso del FNA, FISCALÌA GENERAL DE LA NACIÓN, EL DISTRITO DE BOGOTÁ, ENTRE OTROS.