21 febrero 2010

QUÉ TAL ESTO??



Resulta ser que los principales socios de NTC que le libraron de una inminente quiebra entre los años 1991 y 1992 son dos conocidos mafiosos, Cesar Villegas Arciniegas y Pastor Perafán.

Recordemos los prontuarios de los personajes:





Cesar Hernando Villegas Arciniegas «El Bandi»
Se hizo famoso por su mención en los narcocasetes. En uno de ellas Miguel Rodríguez Orejuela le dice al periodista Alberto Giraldo, refiriéndose a Villegas, Ese César si es más bandi! .

Los siguientes son algunos fragmentos de dichas conversaciones: Miguel Rodríguez Orejuela: Vos dónde estás? Alberto Giraldo: Yo estoy en un teléfono muy seguro. Es Eduardo.
A.G.: Eduardo es el mensajero? M.R.O.: No, no.
A.G.: Quién es? M.R.O.: Villegas.
A.G.: Villegas? César? M.R.O.: Si.
A.G.: Yo no entiendo eso.
M.R.O.: No, no, tranquilos que nosotros le explicamos personalmente eso.
A.G.: Pues es que yo voy mañana con Eduardo, también para eso.
M.R.O.: Pues si, vení, vení aquí hablamos y le decimos cómo son las cosas. Pues no vas a comentar nada.
Segundo diálogo: M.R.O.: La cosa es con ese César. Ese César si es más bandi! No es cierto? Y, ese César sí es bandido! Y ese es que sabe como es la cosa y todas esas cosas. Y vino con el otro, pues con José El!, y lo autorizó pa eso: que viniera y que hablara y que la Costa, hermano. Y que esto, que lo otro. Y, qué más podemos hacer nosotros? A.G.: Pero esto es un compromiso ya muy serio, no? M.R.O.: Sí.

El 19 de julio de 1996 fue capturado por agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI), cuando inspeccionaba una de sus construcciones al norte de Bogotá. Seguidamente, funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) acordaron su trasladado a la casa fiscal de la Cárcel Modelo. La Fiscalía General de la Nación indaga lo relativo a varios cheques girados, al parecer, por firmas de fachada del cartel de Cali y que supuestamente fueron consignados en cuentas de Villegas.

El 5 de Agosto de 1996 las similitudes que halló la Fiscalía General de la Nación entre los delitos y las actuaciones por los cuales son investigados Justo Pastor Perafán, Guillermo Ortiz y César Villegas, llevaron a la Dirección Nacional de Fiscalías a unificar los tres procesos.
Al igual que a Perafán, la comisión especial de fiscales también investigará la financiación de campañas políticas por parte del presidente del equipo de fútbol Independiente Santa Fe, César Villegas.

El 27 de agosto de 1996 Cesar Villegas busca acogerse a sentencia anticipada, el beneficio, contemplado en el Artículo 3 de la Ley 81 de 1993, supone la aceptación de los cargos por parte del sindicado, lo que le permite obtener automáticamente una rebaja de la tercera parte de la pena que le sea impuesta, Según la misma norma, en caso de que la Fiscalía y el inculpado lleguen a un acuerdo y firmen el acta de la sentencia, el caso pasa a conocimiento de un juez sin rostro, que tiene diez días para dictar la condena.

El ex dirigente deportivo y empresario es conocido en distintos círculos por su cercana amistad con el presidente Ernesto Samper y haber sido socio de la primera dama de la Nación, Jacquin Strouss, en la sociedad VTS Proyectos, junto con el ministro de Minas, Rodrigo Villamizar Alvargonzález, y el ex ministro de Comunicaciones Juan Manuel Turbay Marulanda.

Los investigadores encontraron, evidencias que revelan vínculos cercanos entre Villegas y los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, investigados por narcotráfico, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.

En los documentos de los investigadores, el empresario aparece junto con su socio Luis Peña y sus empresas VC Maderas y VC Inversiones, como beneficiarios de por lo menos siete cheques por 106 millones de pesos provenientes del cartel de Cali.

En septiembre de 1996 el ex directivo de fútbol César Hernando Villegas Arciniegas responsabilizó directamente al ex consejero para las comunicaciones y actual viceministro de Relaciones Exteriores para Europa, Asia, Africa y Oceanía, Juan Fernando Cristo, y al ex representante José Guerra de La Espriella, Joselito, (Lib. Suc), del recaudo de 106 millones de pesos que a la postre resultaron ser dinero de la mafia y que aparecieron consignados en las cuentas de Villegas.

Al responder a las aseveraciones de Villegas, que trascendieron en los pasillos del Congreso, Cristo dijo a EL TIEMPO que: desconozco cualquier afirmación del señor Villegas a la Fiscalía. Nunca he tenido relación de ningún tipo con él y mucho menos financiera. Si la Fiscalía quiere alguna explicación estaré dispuesto a acudir ante ella .
En el año 1997 un escándalo inesperado, por presuntos intentos de soborno a los jueces, sacudió ayer el expediente que bajo cargos de enriquecimiento ilícito perfecciona la Fiscalía General de la Nación contra el ex directivo del fútbol César Armando Villegas Arciniegas.

Con la oferta de mucho dinero, aparentemente algo más de 100 millones de pesos, un abogado abordó a un empleado de la justicia regional o sin rostro y literalmente propuso una negociación, siempre que fuese revocado el auto de detención proferido por la Fiscalía en contra de Villegas.

El mismo abogado se reunió posteriormente con el juez que tenía a su cargo examinar un recurso de apelación elevado contra el auto de detención que la Fiscalía profirió contra Villegas el 19 de julio de 1996.

Aunque los términos de la conversación entre el abogado y el juez son hasta ahora un enigma, lo cierto es que el Tribunal Nacional declaró insubsistente al juez sin rostro el 20 de enero pasado y que, a instancias del presidente (e) de la Corporación, magistrado Absalón Cárdenas Arcila, solicitó a la Fiscalía General de la Nación investigar las presuntas irregularidades.
A finales de 1998 un juez sin rostro de Bogotá condenó al Bandi Villegas, quien se encontraba en reclusión domiciliaria, al determinar que se lucró ilícitamente con dineros provenientes de empresas fachadas del cartel de Cali. Los aportes fueron entregados en cheques girados a las cuentas personales de Villegas.

El fallo judicial también contempla una multa de 115 millones 600 mil pesos y la extinción del dominio de bienes por 15 millones 600 mil pesos. Además, de la interdicción de derechos.

Tras recuperar su libertad condicional por buen comportamiento, el Bandi es asesinado en 2002 por dos sicarios asesinaron a César Villegas, principal accionista y miembro de la junta directiva del club deportivo Santa Fe, en la calle 79 con carrera 8,a la salida del edificio donde tiene su oficina.

Uno de los sicarios esperó a que Villegas saliera del edificio y cuando se iba a subir a su carro, una camioneta Toyota azul tipo burbuja, se le acercó y le disparó prácticamente a quemarropa.

El sicario avanzó donde lo esperaba su compañero y escaparon del lugar pasos en una motocicleta de alto cilindraje hacia el norte de Bogotá.

Según el parte médico, Villegas recibió 10 impactos con arma de fuego.

Justo Pastor Perafán -alias «El Panadero» o «El Doctor»

Aunque Perafán nunca había sido detenido en Colombia para esta fecha, en 1982 la Interpol lo detuvo en Argana (Panamá), cuando portaba un kilo de cocaína, sindicado del tráfico de 1.059 libras de cocaína, pero a los pocos días fue dejado en libertad.


Para el año 1988 toma importancia la organización que dirigía Perafán se conoce como 'La Compañía' y tenía centros de operación en Ensenada, México; Los Angeles, California; Houston, Texas; Condado de Bergen, Nueva Jersey y Brentwood, Nueva York.

Entre las pruebas acerca de las actividades de Perafán como 'organizador, supervisor y gerente' de esa empresa presuntamente criminal conocida como 'La Compañía', se destacan las declaraciones de William Quintero, un ex oficial militar colombiano, quien habría sido encargado del control del dinero obtenido por la venta de la droga.


Iniciando la década de los años noventa, además de las confesiones en contra del panadero por el cargo de narcotràfico, en su contra se recaudan evidencias sustanciales recabadas en operativos policiales, en los cuales se confiscaron 730 mil dólares y unos 844 kilos de cocaína.


En Colombia lo que se sabía de él era su participación en algunos sembrados de marihuana en Caloto (Cauca), descubiertos en 1990. Por esa misma época se descubrió que figuraba como socio, gerente o miembro principal de la junta directiva de numerosas empresas que le servían como fachada para sus negocios ilícitos. Para entonces ya le gustaba la política y la farándula.

Para marzo de 1994 Perafán fue identificado por las fuerzas de seguridad colombianas como la cabeza visible del cartel de Bogotá.

No obstante, el 7 de abril del mismo año, la Cámara de Representantes lo condecoró con su más alta distinción: la Orden de la Democracia en el grado de Gran Cruz, en reconocimiento a su meritoria labor por el desarrollo social y económico del país.

Las crónicas sociales de aquel año recuerdan que junto a la medalla le entregaron un diploma que aseguraba que Perafán «reúne el perfil de las personalidades cuya honestidad, constancia y lealtad a los más nobles principios éticos han sido previstos para ser honrados con esta distinción».

La senadora María Izquierdo -detenida en relación con el proceso 8.000- aseguró que Justo Perafán financió las campañas de 28 congresistas.

En febrero del año 1996 la Fuscalía dictó orden de Captura por enriquecimiento ilícito y testaferrato en contra del alias el panadero.

Con ocasión de esa orden se suscitó en el mismo año la incautación del chinauta Resort, uno de los centros vacacionales con más extravagancias en Colombia. Solamente se puede comparar con otros similares construidos por la mafia. El Chinauta Resort era a Justo Perafán -su principal accionista- lo que el Intercontinental de Cali fue a los hermanos Rodríguez Orejuela.. Contaba con una piscina de olas de 900 metros cuadrados, otra de 225 metros con toboganes diseñados por computador, un bar acuático, sauna y jacuzzi, por supuesto, y un hermoso helipuerto. Las habitaciones dotadas de los últimos adelantos tecnológicos y los baños de mármol importado.

Para junio de 1996, en un inmueble, ubicado en el norte de Bogotá, el Bloque de Búsqueda encontró una puerta blindada, griferías en oro, muebles con enchapes en oro, camas en mármol con esculturas incrustadas, un moderno gimnasio, varias esculturas y un ajedrez en mármol con fichas gigantes. Los efectivos del Bloque también hallaron varios armarios llenos de ropa, de confección italiana, francesa e inglesa.

Pero el hallazgo más importante fue una lista escrita de puño y letra por Perafán, en la que aparecen registradas 24 propiedades que intentaba vender el fugitivo capo.

Hasta el momento desconocíamos que Perafán fuera el dueño de esas propiedades. Si a esto le sumamos las hasta ahora detectadas, entre ellas el Chinauta y los terrenos de la isla Barú, esto da una de las fortunas más impresionantes que se haya conocido en Colombia.

Justo Pastor Perafán logró evadir por años el cerco de las autoridades. Salió del país hacia San Cristobal, Venezuela, donde encontró refugio.
Pero él, como la mayoría de los narcotraficantes, tenía una adicción: las mujeres. Casado seis veces, su última esposa fue la ex reina del Vichada Luz Adriana Ruiz. Ella fue la pista que llevó a un grupo de la Policía a descubrir el paradero de Perafán, uno de los capos de la droga de este país. Los continuos viajes que la ex reina realizaba a San Cristóbal lo delataron.

El 18 de abril de 1997 fue capturado por la Guardia Nacional en San Cristóbal, en el estado Táchira, bajo cargos de falsedad en documentos y residencia ilegal.

Para mayo de ese año se produjo la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Venezuela de entregar al ciudadano colombiano Justo Pastor Perafán, acusado de ser cabeza de un cartel de la droga en su país, a los Estados Unidos.

A sus 51 años el colombiano Justo Pastor Perafán fue hallado culpable por un tribunal federal de Long Island, en Nueva York, de los ocho cargos por los que se le acusaba, entre ellos lavado de dólares y tráfico de más de 30 toneladas de cocaína.

Según la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA), Perafán fue, hasta su captura, el último de los fundadores de las redes de tráfico de drogas de Colombia que seguí a libre, tras la muerte de Pablo Escobar, en diciembre de 1993, y la detención en 1995 de los hermanos Rodríguez Orejuela.